miércoles, 26 de abril de 2017

SOMOS INVENTORES

Hola queridas familias, ¿qué tal las primeras semanas de primavera?

En el cole las estamos viviendo con intensidad, nuestras paredes se han engalanado de flores, pajaritos, mariquitas y sobre todo muchos colores. Y hablando de colores… ¡hemos realizado una actividad chulísima con la profe Loli donde los colores los hemos fabricado nosotros! Sí, sí, con nuestras manitas y cosas que teníamos a mano, pero os explicamos por qué.

La profe Ana nos ha contado que esta vez Aris ha viajado a la época de los mayores inventos, y con ella hemos aprendido que el profesor Clock en su taller inventaba muchas cosas útiles y fabricaba todo lo necesario para llevarlas a cabo. La profe Ana nos ha dicho que los trenes funcionaban con motores de vapor de agua, y que hubo que practicar mucho hasta conseguir uno que de verdad consiguiera que la locomotora tirara de todos los vagones. Por la tarde, teníamos que trabajar las partes de una locomotora y con tanto invento, se nos ocurrió que había que pintarlo de forma diferente.

La señorita Loli nos nombró a todos grandes inventores y estuvimos pensando cómo podíamos pintar esa locomotora sin usar los materiales que usamos siempre. Se nos ocurrieron muchas cosas, pero decidimos que las tizas nos ayudarían porque teníamos de muchos colores y además en papel las hemos usado muy poco.




Cuando nos pusimos manos a la obra descubrimos que la tiza quedaba muy flojita y se iba en cuanto la tocábamos, había que inventar algo más. A una de nuestras compañeras se le ocurrió que si la mezclábamos con agua quedaría como una tempera. ¡A probar!, dijo la profe. Nos llevamos una desilusión cuando vimos que la tiza se ablandaba, pero no se parecía mucho a una tempera. Sin embargo, seguimos pensando juntos porque de esta manera íbamos a conseguir mejorar nuestro invento. Y así fue, ¿y si hacemos como el Cola-cao: polvito que se disuelva? ¡Qué buena idea tuvo nuestro compañero! Con una piedra la profe empezó a deshacer las tizas, el tacto del polvo de tiza en la bolsa nos divirtió mucho.




Ya teníamos el polvo, ahora había que mezclar, y nos pusimos a ello inmediatamente. En seguida nos dimos cuenta que aquella mezcla era más parecida al agua que a la tempera, le faltaba algo para que fuera más sólido.





A pensar en grupo otra vez, dijo la profe. Unos dijeron que le echásemos tempera, efectivamente se pondrá más cremoso, pero eso es un poco de trampa. Había que inventar, y por el camino aprendimos que el agua cambia de “forma” dependiendo de si está en el grifo, en los cristales del baño después de ducharnos o en el congelador. El problema era que con ninguna de esas “formas” podíamos pintar nuestra locomotora. A alguien se le ocurrió añadir algo, tipo nata, como cuando hacemos un postre. Qué bien… pero ¿qué podía ser? La profe sacó un bote de cola blanca y todos entendimos que estábamos a punto de fabricar nuestra pintura. Volvimos a mezclar bien y ¡tachán! Nuestra tempera molaba más que las de verdad, sus colores eran mucho más bonitos, como los de la primavera, alegres, vistosos, pero diferentes a los que habíamos conseguido solo con la tiza; ¿qué había pasado? Entre todos comprendimos que la cola al ser blanca había aclarado los colores, porque si añadimos blanco el color sale más claro y si añadimos negro, el color sale más oscuro.







Los resultados como habéis visto en casa, queridas familias, han sido maravillosos, hemos inventado unas pinturas con colores vistosos y estamos muy orgullosos. Ser inventor es cansado, pero hasta que consigues terminar tu proyecto aprendes muchas cosas diferentes por el camino.





Seguid atentos porque nuestra profe está tan orgullosa de nosotros que nos ha dicho que tenemos que inventar más formas de pintura y que la próxima vez nos traeremos unas cuantas cosas de su cocina…. ¿cómo nos saldrá?                                                               

Un beso fuerte familias

martes, 11 de abril de 2017

PASITO A PASITO… RECORRO EL CAMINITO

En Ed. Infantil trabajamos la preescritura y grafomotricidad diariamente, desde el garabato (trazo del que parten cuando inician la etapa) hasta el dominio de todos los trazos que el niño necesita para poder escribir las letras. Se persigue que adquieran: control postural, soltura y seguridad, perder el miedo al papel, dominar el espacio, dirección correcta y presión adecuada del lápiz.

Los ejercicios, trabajados previamente en psicomotricidad (los conceptos y trazos han de ser vividos y experimentados) y posteriormente realizados en el papel (blanco sin pautas, papel punteado y papel blanco con líneas horizontales o cuaderno) fomentan el interés, la atención, la imaginación, la participación, la reflexión, la capacidad de relación y de interiorización, la afectividad, la discriminación visual y auditiva, el dominio del espacio, de la mano, del instrumento y del trazo.

Botamos


Encestamos
             
Los trazos que realizamos en esta etapa van desde líneas rectas verticales, horizontales e inclinadas, continuas y discontinuas, hasta el trazado de líneas curvas cerradas y abiertas, continuas y discontinuas, pasando por las líneas mixtas, onduladas y espirales y terminando con el bucle en todos los sentidos. Insistiendo, mucho y siempre, en el sentido correcto del trazo. En cada curso nos centramos en unos trazos diferentes, sin olvidar, por supuesto, los de niveles inferiores que han de ser trabajados y reforzados constantemente durante toda la escolaridad, en especial en Ed. Infantil. Nuestra labor continuará en Ed. Primaria, reforzando la escritura de las letras, iniciada en 3º de Ed. Infantil.


Trazando bucles hacia arriba


Como ejemplo, tomaremos la clase de 2º de Infantil, donde los niños de 4 años trabajan el trazo en las clases de psicomotricidad, recorriendo y saltando números, formas geométricas y ya algunas letras que, de momento llamaremos “dibujitos”. También los trazamos en el aire, moldeamos con plastilina y para terminar los realizamos en papel pautado y en el cuaderno de cada niño. En él y de forma simultánea (todos juntos), damos forma a esos trazos, consiguiendo escribir las letras que, de momento y para nosotros, serán dibujos parecidos a algo conocido. Así el trazo de la M, montaña rusa, comenzará abajo, subirá recto, volverá a bajar inclinado, subirá de nuevo inclinado y para terminar bajará recto hasta el suelo o caminito (renglón). Todo ello, siguiendo siempre la dirección correcta y atendiendo de forma individual a aquellos niños que lo precisen.  De esta forma, hemos conseguido realizar ya todas las letras del abecedario, en mayúscula, y por consiguiente ya sabemos escribir todos los nombres, el nuestro y el de nuestros compañeros... y así lo hemos hecho. Sus primeros trazos se están convirtiendo ya en sus primeros pasos hacia la escritura. Sobra decir que ser testigo directo de su satisfacción al ver un trabajo bien hecho y sobre todo personal… ¡NO TIENE PRECIO!






Nuestras pequeñas obras de arte


Y para terminar , deciros que muchas de las técnicas usadas en psicomotricidad, gruesa y fina, nos ayudan notablemente en nuestra tarea diaria, para que nuestros alumnos escriban y a la vez disfruten con ello : rasgar, recortar, plegar, punzonear, pegar, arrugar, moldear, ensartar, pintar, puntear, estampar huellas, encajar, construir, coser, abrochar, desabrochar, subir, bajar, reptar, desplazarse, saltar, encestar, botar la pelota, …y todo ello en un ambiente cálido y relajado para iniciarles en la ardua tarea de la escritura, de la que deben gozar ahora y siempre, en esta etapa y en las venideras.


Ensartamos


              




















Moldeamos


Un gran aplauso para nuestros niños que, día a día y momento a momento, lo van haciendo posible.



domingo, 2 de abril de 2017

Nuestros “lapbooks” del descubrimiento de América.


Hola de nuevo, papás y mamás. Durante las últimas semanas, en la clase de 5 años hemos retrocedido en el tiempo hasta la época de los descubrimientos, la época de las grandes expediciones.

Como no podía ser de otra manera, de esa época hemos querido destacar el descubrimiento de América. Y, para trabajarlo más a fondo y dejar las ideas bien claritas, hemos estado elaborando nuestros propios “lapbooks” del descubrimiento.

No podemos seguir sin antes explicar qué es un “lapbook”. Un “lapbook” es una especie de libro desplegable en el que se plasman de manera creativa y visual todas las ideas importantes de un tema concreto (en nuestro caso, el descubrimiento de América).  En función de la edad, se puede hacer más o menos complejo pero el objetivo sigue siendo el mismo, mostrar de forma clara lo fundamental de un tema concreto.


A continuación, os vamos a relatar, qué nos cuenta nuestro “lapbook”: 



Cristobal Colón contó a los Reyes Católicos que quería encontrar otra ruta marítima que le llevara a las Indias, en dirección Oeste (convencido de que la Tierra era redonda), en vez de seguir la ruta por la costa africana. A los Reyes les pareció buena idea y decidieron ayudarle económicamente.





Colón logró emprender su viaje embarcando a toda su tripulación en sus tres famosas carabelas: “La Niña”, “La Pinta” y “La Santa María”.






Finalmente, el 12 de octubre de 1492, Cristobal Colón descubrió un nuevo continente al que llamarían América.

Podéis comprobar si los niños son capaces de contaros el descubrimiento  desplegando su propio “lapbook”.


A continuación, os dejamos algunas fotos de la elaboración de los libros y del resultado final. 













 Esperamos que os haya gustado.

 ¡Nos vemos pronto!